lunes, 28 de junio de 2010

QUIEN JUEGA CON FUEGO...


Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en un pueblo de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no quisieron recibirlo, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: "Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?" Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otro pueblo. Lucas 9, 51-55.


Desde siempre -y no sólo en los tiempos de Jesús- ya existían en las sociedades y grupos, los “comedidos”, ¿quiénes son estos? Los comedidos son personas que se adelantan en actuar como ellos creen mejor, para tratar de ayudar a alguien sin que este se los haya pedido. Metiches, pues, o entrometidos. Regularmente su actuar y pensar –porque primero actúan y luego piensan- no coincide con aquel a quien pretenden ayudar o servir. Los discípulos de Jesús al creer en verdad que él es el Mesías, se indignaron por el rechazo y la negativa de los samaritanos para hospedarlo. Pero genial idea tuvieron, tratar de “hacer justicia” para castigarlos por semejante ofensa. No eran capaces de expulsar demonios por su poca fe a la hora de sanar, pero a la hora de castigar, su fe si era mucho más grande que un costal de semillas de mostaza. Imagina el tamaño de la fe que requiere hacer llover fuego del cielo, sabiendo que Jesús mostraba a su Padre como un Dios amoroso y misericordioso. Pero era de entenderse pues traían el antiguo testamento casi en su ADN. Sin embargo, para Jesús eso no era una justificación.

Yo te aseguro que quien rechaza a Jesús -como quien no lo hospedó-, lo hace por una simple y sencilla razón: porque no lo conoce. Y no sólo porque no lo conoce sino que quizá hasta le han hablado mal de él. ¿Por eso no quisieron alojar al Hijo del Hombre? No lo sé. Tal vez por la historia y pleitos que rodeaban a los judíos de aquel entonces. Pero nunca lo sabremos y tampoco es de mucha importancia. Lo cierto es que tenían mala fama.

Lo importante a la hora de caminar con Jesús, es que debo conocer su manera de pensar y proceder no sólo para no hacerle mala fama, sino para no entorpecer su acción ni su misión. En aquel tiempo, quizá Jesús pagó el precio y cargó con la imagen negativa que a pulso se fue ganando la religión judía -como institución corrupta- no sólo ante su pueblo sino ante algunos “vecinos”. Y además, Jesús no castiga porque no vino a eso y porque sabe y acepta que alguien más pudo haber dado razones para que, sabiéndolo judío de tal o cual descendencia, no lo quisieran dentro sus casas. Que líder tan “amoroso” hubiera sido Jesús, si a cualquiera que lo rechazara o le hiciera un desaire, le lloviera fuego desde el cielo, patrocinado por sus discípulos. ¡Así todos le hubieran seguido seguramente! ¿no?

Y los discípulos fueron regañados por aquel a quien pretendían defender o reivindicar. Yo hubiera pensado ante aquel regaño: “En verdad que no necesita que le defiendan”. Y es que a Jesús nadie puede hacerle daño, por lo tanto, los rechazos hacia él por parte de otros, debo tomarlos no como insultos sino como retos, o incluso llamadas de atención de él mismo ante la fallida buena noticia que supuestamente también yo debería dar, a fin de cuentas, estoy llamado a anunciarlo. Pero si yendo a hablar en su nombre no soy reflejo de su pensar y actuar, ¡cómo no lo van a odiar o rechazar!

¡Qué daño han hecho aquellos que toman la justicia en sus manos y ensucian el corazón de los demás diciendo que viene de Dios! Y quien sabe, tal vez ese deseo de que caiga fuego se les conceda. Sí, ese fuego mortal que quisieran para los demás, tal vez termine cayendo sobre ellos, esos que se adelantan a “ayudar”.

Por eso, ante la negativa imagen que quizá yo le he creado a los demás acerca de Dios, lo único que puedo hacer es demostrarles lo contrario. Claro, si mi intención realmente es que los demás reciban a Jesús en su casa.

2 comentarios:

  1. Me gusta tu nota =)
    Escribes bien y me gusta tu punto de vista de esta cita.

    Fijate que a lo mejor yo hubiera reaccionado parecido a los apostoles; digo parecido porq como dices, cuánta fe se necesitará para decir que bajarás fuego del cielo! yo reaccionaría de: baja fuego del cielo Señor y quémalos! jajaja, por decirlo de alguna manera no?... pero al ser reprendida por El, puff!! me sentiría así o mas avergonzada!!, seguramente no volvería a hacer algun comentario así. ¿Qué les habrá dicho Jesús? Por qué piensan en venganza??!! les he enseñado yo eso? Amense los unos a los otros como yo los he amado, yo así los amo, aménlos uds tmb... acaso habrá sucedido eso? =P... bueno! es todo! =) DTB! no dejes de escribir

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